No quiero caer en el error que si somos ágiles, es peso del que podemos prescindir. Nada más errado. Ser ágil no quiere decir ser desordenado.
Todo proyecto debería tener un plan acordado entre las partes, principalmente, el cliente (se interno o externo) y nosotros. Es el punto en el que nos pusimos de acuerdo sobre cómo vamos a ejecutar y controlar el avance del proyecto.
Ahora: ¿el proyecto tiene que atarse al plan o el plan atarse al proyecto?
¿Es un tablero de comandos? Podemos imaginar el de un auto, donde indica temperatura del motor, nivel de combustible, aceite, etc
¿Es un collar de ahorque? ¿Dentro del plan todo, fuera del plan nada?
Como siempre, no hay una respuesta única. Si la hubiese, no existiría la pregunta….
Peter Drucker decía que un plan es un conjunto de buenas intenciones más que un compromiso. Creo que esto podría reformularse de la siguiente forma: "un plan sirve para saber que hay que actuar en cuanto deja de cumplirse"
Ya sabemos que escribir un plan para no seguirlo y olvidarlo no es ágil: es estúpido, simplemente, una pérdida de tiempo.
¿Y al revés? ¿Cómo detectamos cuando queremos forzar la realidad: el alcance, el desarrollo, al cliente a restringirse a ese plan que le hicimos firmar con sangre?
Algunos indicadores:
- Cuando empezamos a discutir sobre lo que se quiso decir en el plan. Indicador: estamos queriendo volcar el plan para nuestro lado y así ganar la discusión.
- Cuando no vemos alternativas al plan. No es que es la mejor opción. No estamos encontrando alternativas. Como diría un scrum master: Es el arte de lo posible. Siempre hay soluciones alternativas. El plan no deben ser orejeras que nos impidan ver otras posibilidad, incluso si se encuentra fuera del plan.
- Cuando en las reuniones siempre hay alguien que lo pueda recitar de memoria: los talibanes del plan. Esto no ayuda. Nuevamente, el plan es una guia, pero nunca… nunca la realidad
Ok, el plan dejó de cumplirse… y ahora?
¡Ahora a escribir un nuevo plan!
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